No muy lejos de donde nos encontramos, a 8 kilómetros del pueblo que le da su nombre, se encuentra uno de los 5 Monumentos Naturales que tiene Extremadura: Las Cuevas de Fuentes de León.
Si te fascina la espeleología y te gusta adentrarte en lo más profundo de la Tierra, es una parada obligatoria en tu viaje por el suroeste extremeño.
Este conjunto kárstico, formado 5 cavidades, ofrece al visitante hermosas formaciones geológicas además de una puerta de acceso a nuestro pasado, llevándonos de vuelta al Neolítico.
En las cavidades existen diferentes tipos de espeleotemas como estalactitas, estalagmitas, excéntricas, coladas y gours, entre otros, destacando algunos muy singulares como son las “estalactitas en alas de mariposa”.
La Cueva del Agua es la más grande y la más conocida de todas. Declarada L.I.C (Lugar de Interés Comunitario) debido a la colonia de murciélagos que alberga. Esta cueva posee algunas características que la diferencian del resto, como es un lago interior de más de 200 metros cuadrados de superficie y algunos grabados rupestres.
Pero el resto no se queda atrás, la cueva Masero es un auténtico “vivero de karst” donde actualmente se siguen formando estalactitas, cristales de aragonito, velos, columnas sifones…
La Cueva los Postes es la que alberga un importante yacimiento arqueológico con restos que datan desde el Neolítico hasta la ocupación romana. Todo un tesoro que aún no han terminado de desenterrar.
También encontramos la Cueva de los Caballos y Cueva la Lamparilla, pero no queremos revelar todas las maravillas que se esconden bajo esta tierra… tendrás que ponerte el casco y salir a descubrirlas 😉
¡IMPORTANTE! Para visitar las Cuevas, tienes que contactar con la Oficina de Turismo y pedir cita lo antes posible. Es un lugar que no deja indiferente a nadie por lo que suele haber lista de espera.
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